Los transportes intermodal y multimodal constan de operaciones en las que son usadas dos o más formas para llevar las mercancías al destino.
Para los gestores de flotas, es fundamental manejar estos conceptos con maestría y comprender cuáles son sus principales diferencias. ¿Quieres profundizar tu conocimiento en el tema?
En las próximas líneas encontrarás mucha información al respecto de estos tipos de operaciones.
¡Sigue leyendo el artículo!
¿Qué es el transporte intermodal?
El transporte intermodal combina más de un modal (medio) de transporte en una misma operación logística y tiene como reto principal colaborar en la economía de los recursos.
Por ejemplo, la carga sale del depósito en un camión y, luego de emprender un determinado trayecto, es transferida para un tren o un barco para terminar su recorrido y llegar, finalmente, al destino.
En este tipo de operación, en el momento que ocurre el cambio del modal, es necesaria la emisión de nuevos documentos fiscales.
La principal ventaja del sistema es la integración entre los modales.
En este sentido, favorece la circulación de las cargas entre puntos extremadamente distantes o con una infraestructura de transportes deficitaria, pues permite optar por uno u otro medio acorde con las necesidades del local y del momento.
Además, la operación intermodal es realizada combinando los sistemas de transporte con el uso de las unidades de transporte intermodal, UTIs, como semirremolques, contenedores o cajas móviles.
El contenedor es un recipiente que posibilita un efectivo transporte terrestre y marítimo, pues protege a las cargas contra las inclemencias del clima y fomentan su integridad.
Por su parte, la caja móvil, también denominada swap, es una unidad de carga con tamaño adecuado para el transporte ferroviario y rodoviario.
A su vez, el semirremolque es un conjunto formado por un camión y un remolque sin ruedas delanteras que articula con el primero.
La elección de las unidades de carga para desempeñar una determinada operación, dependen de los objetivos, de los costos involucrados y de las necesidades del usuario.
¿Qué es el transporte multimodal?
En el transporte multimodal, participan dos o más medios de transporte, no obstante, no es necesario emitir un nuevo contrato cuando la carga pasa de un modal para otro. Es decir, toda la operación es cubierta por un único documento, el FIATA Bill of Landing.
De esta manera, el traslado de una carga, desde el origen hasta su destino, está bajo la responsabilidad de la operadora de que se encarga de gestionar el servicio.
En otras palabras, cuando una empresa contrata un operador logístico para transportar una carga, ambos firman un contrato de transporte multimodal.
Básicamente, el documento adjudica la responsabilidad de la operación al contratado. Asimismo, confiere poder suficiente para que este articule los modales que considera más interesantes y económicos para transportar la carga hasta el destino.
Otro aspecto igualmente importante de este sistema se refiere a que la mercancía no puede ser separada durante el trayecto, es decir, no debe ocurrir la ruptura de la carga.
Bajo esta perspectiva, el transporte multimodal comparte la característica de la integridad de la carga con el sistema intermodal.
En la actualidad, las unidades más utilizadas en el transporte multimodal son los contenedores y las cajas móviles —swaps.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el transporte intermodal y multimodal?
En efecto, la elección de un tipo de transporte acostumbra ocasionar muchas dudas en los gestores, principalmente, en virtud de las similitudes entre los modelos intermodal y multimodal.
Para ayudarte a escoger la mejor alternativa a tenor de cada situación, presentamos las principales diferencias entre estos tipos de transporte.
Pero, ¡atención! Estas diferencias no definen si un modelo es más eficiente que el otro, apenas sirven como guías para escoger la mejor alternativa frente a una determinada operación.
1. Costos
Cuando hablamos exclusivamente de los costes administrativos, punto para el transporte multimodal, pues requiere la elaboración de apenas un contrato.
Asimismo, al no ocurrir la ruptura de la carga es posible reducir los costes operacionales. O sea, en cuanto a los costos parciales, el transporte multimodal puede ser más económico.
En efecto, el transporte intermodal posee una gran ventaja ante el multimodal: la posibilidad de negociar los precios del servicio logístico de acuerdo con el trecho.
Es decir, mientras que en el multimodal apenas un operador se hace cargo de todos los trechos y cobra un valor determinado para prestar este servicio, el transporte intermodal posibilita negociar con los operadores de cada trecho y llegar a un monto final bastante atractivo.
2. Seguridad
Una de las ventajas de la negociación con los diferentes responsables en el transporte intermodal es el abaratamiento de las primas de seguro.
Por lo tanto, es posible contratar una aseguradora de forma más económica favoreciendo así, la reducción de los daños y los robos de las mercancías.
Si por un lado la intermodalidad de los transportes aporta seguridad promoviendo la contratación de las aseguradoras más accesibles, por el otro, la multimodalidad confiere seguridad al hacer un fantástico uso de la tecnología.
Cuando un operador del servicio multimodal cuenta con un avanzado sistema de gestión, el proceso puede ser controlado con más eficiencia. Como resultado, se puede hacer un seguimiento más eficiente de la carga ocasionando una drástica reducción de la ocurrencia de daños y de la pérdida de las mercancías.
3. Comunicación
Sin dudas, comunicarse con un único interlocutor es más fácil que entrar en contacto con varios operadores. Bajo esta perspectiva, el transporte multimodal ofrece esta ventaja.
En la operación multimodal, el contratista debe establecer contacto con apenas una empresa, por ende, reduce la ocurrencia de problemas en la comunicación en algún momento del transporte.
4. Cumplimiento de plazos
En cuanto al transporte intermodal, el cumplimiento de los plazos depende de la confiabilidad de las empresas contratadas.
Para que los tiempos sean respetados, es fundamental que se establezca un plan con los plazos de cada operador y que todos tengan en mente estos datos. Caso contrario, los retrasos y las pérdidas económicas pueden ser devastadores.
Al centrarnos en el transporte multimodal, percibimos que cuenta con una gran ventaja: las aduanas confieren preferencia de ingreso para la FBL.
Lógicamente, es posible que en algunos lugares existan limitaciones operativas y legales en cuanto a la aplicación de las normas internacionales. Sin embargo, el hecho de haber acuerdos internacionales favorece ámpliamente este tipo de transporte.
Como la multimodalidad consta de apenas un operador, aumenta la probabilidad de que los plazos sean cumplidos a rajatabla. Es decir, fomenta que se respete en tiempo y forma la fecha de entrega.
Como puedes ver, los transportes intermodal y multimodal son procesos similares, no obstante, cuentan con características propias que inciden directamente en la toma de decisión del usuario. Por lo tanto, elegir entre uno u otro tipo de transporte depende de las necesidades y objetivos del contratista.
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