En la búsqueda de soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, los combustibles alternativos han ganado cada vez más relevancia en la industria del transporte, ya que estos ofrecen una opción distinta a los derivados del petróleo tradicionales, reduciendo las emisiones de efectos contaminantes y disminuyendo la dependencia de los recursos no renovables.
En este artículo, te mostramos los 5 principales combustibles alternativos que están ganando terreno en la actualidad, así como las principales ventajas y desventajas que presentan estos combustibles.
¡Sigue leyendo para conocerlos!
¿Qué son los combustibles alternativos?
Los combustibles alternativos son fuentes de energía o combustibles que se utilizan como sustitutos parciales o completos de los derivados del petróleo en el sector del transporte.
Estos combustibles proporcionan una opción más sostenible en comparación con los combustibles fósiles tradicionales, ya que no solo son menos contaminantes, sino que también ayudan a mitigar la creciente escasez y los costos asociados al petróleo.
Con el objetivo de fomentar la sostenibilidad en la industria del transporte y la logística, se ha producido un notable aumento en la investigación y desarrollo de alternativas a los combustibles fósiles.
Gracias a ello, existe una variedad de combustibles alternativos que abarcan diferentes categorías, como los combustibles gaseosos, los alcoholes, los aceites vegetales y derivados de desechos e incluso la electricidad.
Su aplicación puede darse en tanto en sistemas dedicados, donde se quema un solo combustible, como en sistemas mixtos, donde se combinan con gasolina o diesel convencional, lo que sucede en vehículos eléctricos o de combustible flexible, por ejemplo.
Ventajas y desventajas de los combustibles alternativos
Al posicionarse como una alternativa confiable y menos contaminante que los combustibles fósiles, los combustibles alternativos presentan una serie de ventajas. Entre las principales se encuentran:
- Tienen un impacto ambiental reducido gracias a que producen menos emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la mejora de la calidad del aire y la mitigación del cambio climático.
- Ofrecen una alternativa a la dependencia de los combustibles fósiles, los cuales son finitos y tienen impactos ambientales significativos. De esta manera ayudan a reducir la vulnerabilidad ante la volatilidad de los precios del petróleo.
- Disminuyen la dependencia energética de los países importadores de petróleo y gas natural. Esto fortalece la seguridad energética nacional al fomentar fuentes de energía locales y renovables.
Sin embargo, a pesar de todos sus beneficiosos a nivel medioambiental y económico, los combustibles alternativos también presentan algunas desventajas que hay que considerar, por ejemplo:
- La infraestructura para el suministro y distribución de combustibles alternativos puede ser limitada en comparación con la red establecida para los combustibles convencionales.
- Pueden presentar costos iniciales mayores. Los autos eléctricos o los sistemas de hidrógeno, por ejemplo, suelen requerir una inversión inicial significativa, lo que puede dificultar su adopción masiva, aunque se espera que los costos disminuyan a medida que avance la tecnología y aumente la demanda.
- Pueden presentar limitaciones técnicas en términos de densidad energética, rendimiento o alcance.
Tipos de combustibles alternos
Actualmente, se están produciendo o desarrollando más de una docena de combustibles alternativos para su aplicación en vehículos de combustible alternativo y vehículos de tecnología avanzada.
Si bien las flotas gubernamentales y del sector privado son los principales usuarios de la mayoría de estos combustibles y vehículos, se observa un creciente interés por parte de los consumidores individuales, tomando como principales combustibles alternativos:
1. Biodiésel
El biodiésel es una fuente de combustible alternativo que puede ser producido a partir de aceites vegetales, grasas animales o grasa de restaurantes recicladas.
Las propiedades físicas del biodiésel son similares a las del diésel de petróleo y, al igual que este, el biodiésel es utilizado en motores de encendido por compresión.
2. Etanol
El etanol es un combustible alternativo derivado del alcohol, producido mediante el proceso de fermentación y destilación de cultivos como el maíz, la cebada o el trigo.
Puede utilizarse en diversas mezclas de combustible dependiendo de la ubicación y la temporada:
- en niveles bajos, como E10 (10% de etanol, 90% de gasolina);
- niveles medios, por ejemplo E15 (10.5% a 15% de etanol);
- e incluso en mezclas más concentradas, como el E85 (combustible flexible), que contiene entre un 51% y 83% de etanol.
Estas mezclas de gasolina y etanol, en diferentes proporciones según las necesidades y regulaciones locales, contribuyen a la reducción de las emisiones contaminantes.
3. Gas natural
El gas natural se destaca como uno de los principales combustibles alternativos debido a su consideración como una opción ambientalmente amigable. Además, se encuentra ampliamente disponible para los consumidores en muchos países alrededor del mundo.
En la actualidad, existen dos formas de utilizar el gas natural como combustible en vehículos: el gas natural comprimido (GNC) y el gas natural licuado (GNL). Ambos se ofrecen a precios relativamente bajos y están disponibles en el mercado.
4. Electricidad
La electricidad se emplea como fuente de energía para alimentar vehículos eléctricos (EV), como los vehículos eléctricos de batería (BEV) y los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV).
Estos vehículos tienen la capacidad de cargar sus baterías directamente desde la red eléctrica u otras fuentes externas de electricidad.
Por otro lado, los vehículos eléctricos híbridos (HEV) se alimentan principalmente de combustibles líquidos, como la gasolina, pero también utilizan baterías pequeñas para recuperar la energía generada durante el frenado, lo cual mejora la eficiencia del combustible.
Los PHEV, aunque sean considerados como EV, pueden utilizar tanto electricidad externa como combustibles líquidos y pueden funcionar de manera similar a un HEV cuando sea necesario.
En este sentido, el uso de la electricidad para propulsar vehículos ofrece importantes beneficios en términos de seguridad energética y emisiones.
5. Propano
El propano, también conocido como gas licuado de petróleo (GLP), ha sido utilizado durante muchas décadas como combustible alternativo en vehículos ligeros, medianos y pesados debido a su naturaleza de combustión limpia.
Este combustible se compone de un gas alcano de tres carbonos (C3H8) y se almacena en estado líquido e incoloro dentro de un tanque de alta presión.
A medida que se libera la presión, el propano se vaporiza y se convierte en gas para uso en la combustión.
Este combustible se obtiene como subproducto del procesamiento de gas natural y la refinación de petróleo crudo. También ofrece un alto nivel de octanaje, lo que lo convierte en una excelente opción para motores de combustión interna de encendido por chispa.
Los combustibles alternativos: una solución prometedora
En definitiva, la transición hacia el uso de combustibles alternativos no solo es una respuesta a los desafíos ambientales, sino también una oportunidad para fomentar la innovación y la diversificación en el sector del transporte.
Es importante destacar que la elección del combustible adecuado dependerá de diversos factores, como la disponibilidad regional, la infraestructura de carga y las necesidades del vehículo.
Sin embargo, queda claro que los combustibles alternativos están desempeñando un papel fundamental en la creación de un futuro más limpio y sostenible para el transporte.
En México, se habla del camión eléctrico como el futuro del autotransporte, ya que se posiciona como una alternativa viable para el país en los próximos años. ¿Será esto realmente así?