Conducir un vehículo es una responsabilidad importante que requiere la capacidad de tomar decisiones rápidas y seguras. El manejo a la defensiva es una práctica de conducción que busca reducir el riesgo de accidentes al estar siempre alerta y preparado para cualquier eventualidad en la carretera.
Sin embargo, hay ciertos malos hábitos de manejo defensivo que pueden ser peligrosos y resultar en percances y multas.
En este post, hablaremos sobre los principales hábitos de manejo defensivo que tienen los conductores y las consecuencias de estos hábitos. Además, brindaremos consejos para evitar estas prácticas y garantizar una conducción más segura.
¡Sigue leyendo para aprender más sobre cómo ser un conductor responsable y evitar accidentes en la carretera!
¿Qué es el manejo a la defensiva?
El manejo a la defensiva es una técnica de conducción que busca prevenir accidentes y proteger la seguridad vial de todos los usuarios de la carretera. Cuando manejamos a la defensiva, nos enfocamos en anticipar los posibles peligros que pueden surgir en el camino y en tomar medidas para evitarlos.
Entre las principales características del manejo a la defensiva, destacamos el hecho de que se basa en la prudencia y el respeto por las normas de tránsito. Para ello se requiere mantener una actitud responsable y previsora al volante, evitando comportamientos imprudentes como conducir bajo los efectos del alcohol, el exceso de velocidad o frenar en curvas.
La práctica de manejar a la defensiva no solo protege tu vida y tu integridad como conductor, sino también la seguridad de los peatones y otros usuarios que van por la carretera. Por lo tanto, su práctica es fundamental para fomentar una cultura de seguridad vial y de tráfico.
Hábitos de manejo a la defensiva que deben evitarse
Ahora que sabes qué es el manejo a la defensiva, veamos cuáles son algunos malos hábitos que debes evitar para garantizar la seguridad vial de todos a tu alrededor.
Estos hábitos pueden variar según el país o región en la que te encuentras, pero en general, algunos de los más comunes que deben evitarse son:
Conducir distraído
El hábito de conducir distraído es una conducta peligrosa que puede aumentar el riesgo de accidentes de tránsito.
La conducción distraída puede incluir hablar por teléfono celular, leer o enviar mensajes de texto, comer o beber, arreglarse, ajustar una radio u otro dispositivo que toca música, usar un sistema de navegación y leer. Incluso hablar con los pasajeros.
Es decir, este mal hábito está definido como cualquier actividad que desvíe tu atención de la acción de conducir.
La distracción al conducir pone en peligro, tanto al conductor, como a otros usuarios de la vía, porque implica la pérdida de atención en la carretera durante varios segundos, tiempo suficiente para causar un accidente grave.
Conducir con exceso de velocidad
Conducir con exceso de velocidad es otro de los malos hábitos de manejo a la defensiva más comunes a evitar. De hecho, los accidentes en coches a gran velocidad, se pueden comparar con saltar desde un edificio.
De acuerdo a estudios, una colisión a una velocidad de 50 km/h es semejante a caer desde un tercer piso, mientras que una choque a 120 km/h es similar a caer desde el piso 14.
Este ejemplo ilustra claramente cómo la velocidad puede afectar el resultado de un accidente de tráfico a altas velocidades. Por lo tanto, es importante respetar los límites de velocidad y conducir de manera segura.
Conducir en estado de ebriedad
Conducir en estado de ebriedad es un hábito peligroso que puede tener graves consecuencias tanto para el conductor como para los peatones y otros conductores.
En México, la sanción por manejar en estado de ebriedad puede incluir un arresto de 20 a 36 horas en los Centro de Sanciones Administrativas. De estos el más conocido es «El Torito», en la Ciudad de México, sin opción a fianza.
A nivel mundial, conducir en estado de ebriedad ha sido considerado un delito por más de un siglo, y la concentración de alcohol en la sangre es una medida común para determinar el estado de ebriedad del conductor
En casos más graves, este mal hábito puede resultar en consecuencias legales más importantes, como una pena privativa de libertad.
Otros malos hábitos que debes evitar
Las distracciones, el manejo a alta velocidad y el estado de ebriedad, no son los únicos hábitos que debes evitar, existen otros que podemos resumir a continuación:
- No mantener una distancia adecuada: Mantener una distancia adecuada con el vehículo que está delante es fundamental para tener una visibilidad clara de la carretera y poder reaccionar con suficiente tiempo para evitar colisiones.
- No utilizar cinturón de seguridad: El cinturón de seguridad es un elemento vital en caso de accidente, su uso es obligatorio y reduce el riesgo de lesiones graves en caso de colisión.
- No obedecer las señales de tránsito: Las señales de tránsito son relevantes para la seguridad vial y ayudan a prevenir accidentes. No respetarlas puede generar multas o sanciones administrativas o penales.
- No estar atento a las condiciones climáticas: Conducir sin tomar en cuenta las condiciones climáticas como la lluvia, la nieve o la niebla, puede dificultar la visibilidad y aumentar el riesgo de accidentes.
- No adaptarse al tráfico: Adaptarse y seguir el ritmo del tráfico es fundamental para la seguridad vial, ya que ayuda a evitar situaciones peligrosas.
- No mantener el vehículo en buen estado: Mantener el vehículo en buen estado es esencial para una conducción segura, ya que un vehículo mal mantenido puede generar desperfectos inesperados en la carretera.
Consejos para evitar los hábitos de manejo a la defensiva
A continuación, se presentan algunas recomendaciones para evitar los hábitos de manejo a la defensiva:
- Mantén la atención en todo lo que sucede a tu alrededor. La visión periférica es clave para reaccionar rápidamente ante cualquier imprevisto en la carretera. Además, debes estar alerta a los puntos ciegos y a los vehículos que se aproximan por detrás.
- Anticipa tus movimientos y sé predecible para otros conductores. Así, podrán reaccionar mejor y evitar accidentes.
- Utiliza la tecnología para ayudarte a prevenir accidentes. Existen sistemas de videovigilancia y telemática que te permiten mantenerte a salvo ante cualquier eventualidad tanto interna como fuera del vehículo.
La formación de hábitos de manejo defensivo es fundamental
La conducción a la defensiva es una práctica vital que cada conductor debe adoptar para evitar accidentes de tránsito. Con este hábito podrás reducir significativamente el riesgo de accidentes en la vía y proteger tu propia seguridad y la de otros usuarios en la carretera.
La visión periférica, el mantenimiento regular del vehículo, el cumplimiento de las normas de tráfico, y la anticipación de los movimientos de otros conductores son solo algunos de los aspectos clave de esta práctica.
Así mismo, el uso de la tecnología puede ayudarte a prevenir accidentes como el uso de un sistema de GPS y rastreo satelital. ¿Quieres reducir los riesgos en la carretera? Contáctanos hoy y obtén más información sobre nuestra tecnología.